La inflación ha sido una constante en la economía española en los últimos años, y su coste, su impacto por familia, no se limita al aumento de precios en bienes y servicios.
Uno de los efectos menos visibles pero más significativos es el incremento en la carga fiscal que soportan las familias debido a la falta de ajuste del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) a la inflación.
Este fenómeno, conocido como «progresividad en frío», implica que los contribuyentes pagan más impuestos sin haber mejorado su poder adquisitivo real.
El impacto del IRPF no ajustado a la inflación, Coste inflación por familia
La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) ha cuantificado este efecto en su informe «Seguimiento de las reformas del Plan de Recuperación y otras medidas estructurales».
Según Fedea, una familia media española, compuesta por dos adultos y dos hijos con unos ingresos brutos anuales de 50.000 euros, paga aproximadamente 736 euros más al año en concepto de IRPF debido a la falta de ajuste del impuesto a la inflación desde 2015.
Esto representa un incremento del 30,25% en la cuota del impuesto .
Este sobrecoste fiscal se debe a que, con la inflación, los salarios nominales aumentan, pero si los tramos del IRPF no se actualizan en consonancia, los contribuyentes ascienden a tramos superiores del impuesto y pagan tipos más altos, aunque su poder adquisitivo real no haya mejorado.
Afectación a las rentas más bajas
El efecto de la no deflactación del IRPF es aún más pronunciado en las rentas más bajas.
Por ejemplo, un contribuyente con ingresos anuales de 20.000 euros paga 934 euros en IRPF.
Si los tramos del impuesto se hubieran ajustado a la inflación, este contribuyente pagaría 646,71 euros, lo que supone un sobrecoste del 44%.
Este fenómeno agrava la desigualdad fiscal, ya que las rentas más bajas destinan una mayor proporción de sus ingresos al pago de impuestos, reduciendo su capacidad de consumo y ahorro.
Recaudación adicional para el Estado
La falta de ajuste del IRPF a la inflación ha supuesto una fuente adicional de ingresos para el Estado.
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) estima que esta medida permitirá a Hacienda recaudar en promedio 1.800 millones de euros adicionales al año hasta 2031, totalizando más de 14.000 millones en ese periodo .
Aunque esta estrategia fortalece la consolidación fiscal comprometida con la Unión Europea, también plantea interrogantes sobre la equidad del sistema tributario y su impacto en el poder adquisitivo de los ciudadanos.
Comparación internacional
En otros países, como Estados Unidos y Alemania, es común ajustar los tramos del impuesto sobre la renta a la inflación para evitar que los contribuyentes paguen más impuestos sin haber aumentado su poder adquisitivo real.
Esta práctica busca mantener la equidad del sistema fiscal y proteger a los contribuyentes de incrementos impositivos indirectos.
En España, la falta de ajuste del IRPF a la inflación ha sido objeto de críticas por parte de expertos y organizaciones económicas, que abogan por una reforma que contemple la deflactación de los tramos del impuesto.
Conclusión Coste inflación por familia: cómo el IRPF sin ajustar resta poder adquisitivo a los hogares españoles
El «coste inflación por familia» es una realidad que afecta a millones de hogares en España.
La falta de ajuste del IRPF a la inflación ha incrementado la carga fiscal de las familias, especialmente de las rentas más bajas, reduciendo su poder adquisitivo y capacidad de ahorro.
Si bien esta medida ha supuesto una fuente adicional de ingresos para el Estado, también plantea desafíos en términos de equidad y justicia fiscal.
Es fundamental que las autoridades fiscales consideren la deflactación del IRPF como una herramienta para preservar el poder adquisitivo de los ciudadanos y garantizar un sistema tributario más justo y equitativo.









