Para los que obtienen rendimiento del trabajo, también hay gastos que son deducibles aunque muchas veces no se apliquen por desconocimiento.
Con la llegada de la campaña de la Renta 2025, millones de contribuyentes en España deben revisar sus ingresos y calcular el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF).
Para quienes obtienen rendimientos del trabajo, una de las principales fuentes de ingresos para la mayoría de trabajadores por cuenta ajena, existe una lista concreta de gastos rendimiento trabajo deducibles que puede ayudar a reducir la factura fiscal.
Conocer bien cuáles son y cómo aplicarlos es clave para no pagar de más.
¿Qué se entiende por rendimientos del trabajo?¿y por gastos deducibles?
Los rendimientos del trabajo comprenden todas aquellas cantidades que se perciben como contraprestación por una relación laboral o estatutaria.
Esto incluye salarios, sueldos, pagas extraordinarias, dietas, prestaciones sociales (como el paro), pensiones y cualquier otro pago que derive del trabajo personal, sea en dinero o en especie.
Es decir, no solo se consideran sueldos, sino también cheques restaurante, seguros médicos pagados por la empresa, uso de coche de empresa, vivienda proporcionada por el empleador o incluso cursos impartidos por profesionales vinculados.
Además, por mandato expreso de la Ley del IRPF, también se consideran rendimientos del trabajo ciertos ingresos que, aunque no provengan estrictamente de una relación laboral, tributan como tales.
Por ejemplo, los ingresos por impartir conferencias o seminarios, las becas que incluyen contraprestación de servicios o las retribuciones de administradores y miembros de consejos de administración.
Gastos rendimiento trabajo deducibles en la Renta 2024-2025
Uno de los aspectos más importantes que el contribuyente debe tener en cuenta es que no todos los gastos vinculados al trabajo son deducibles.
La normativa es clara y establece una lista cerrada de deducciones específicas, que permiten minorar el rendimiento íntegro del trabajo para obtener el rendimiento neto sujeto a tributación.
Estos son los gastos rendimiento trabajo deducibles en la declaración del IRPF de 2024:
Cotizaciones a la Seguridad Social, uno de los Gastos del rendimiento del trabajo deducibles
Son deducibles todas las cotizaciones obligatorias que el trabajador haya abonado a la Seguridad Social.
En el caso de empleados públicos o trabajadores extranjeros, también se incluyen las cotizaciones a sistemas similares de protección social en otros países o a mutualidades obligatorias.
Este concepto es el más común, ya que forma parte del recibo de nómina mensual.
Al estar reflejado de forma automática en los datos fiscales, no suele requerir una acción específica del contribuyente, pero es esencial saber que este gasto reduce directamente el rendimiento del trabajo.
Detracciones por derechos pasivos
Para determinados colectivos de funcionarios y empleados públicos, las detracciones por derechos pasivos también son gastos deducibles.
Esto incluye las aportaciones a mutualidades de funcionarios del Estado, como MUFACE o MUGEJU, cuando tienen carácter obligatorio.
Cuotas a sindicatos, otro de los Gastos del rendimiento del trabajo deducibles
Las cuotas sindicales pagadas durante el año también son deducibles.
La Agencia Tributaria permite desgravar el 100% de estas aportaciones, siempre que estén debidamente justificadas.
No hay límite específico, aunque se recomienda conservar los justificantes de pago por si se requiere su acreditación.
Cuotas a colegios profesionales obligatorios
Aquellos trabajadores cuya actividad requiera estar colegiados, como abogados, arquitectos, ingenieros o médicos, pueden deducir las cuotas pagadas al colegio profesional, con un límite de 500 euros anuales.
Es importante tener en cuenta que esta deducción solo aplica si la colegiación es obligatoria para ejercer la profesión, no si es simplemente una afiliación voluntaria.
Cuotas a colegios de huérfanos u otras entidades similares
En algunos sectores, especialmente dentro de la función pública, existen entidades de previsión social como los colegios de huérfanos, a los que se realizan aportaciones periódicas.
Estas cantidades también se consideran gasto deducible si tienen carácter obligatorio o derivan de convenios colectivos.
Gastos de defensa jurídica, el más desconocido de los Gastos del rendimiento del trabajo deducibles
Una deducción menos conocida, pero muy útil en caso de conflicto laboral, es la correspondiente a los gastos de defensa jurídica.
Si el trabajador ha incurrido en costes por abogados, procuradores o tasas judiciales en el marco de un litigio contra su empleador, puede deducirse hasta 300 euros por este concepto, siempre que pueda justificar la vinculación directa con su relación laboral.
Reducción general de 2.000 euros
Además de los gastos específicos ya mencionados, todos los trabajadores por cuenta ajena pueden aplicar una reducción automática de 2.000 euros anuales sobre el rendimiento íntegro del trabajo.
Esta reducción está reconocida de forma general y no requiere justificar ningún gasto adicional.
Aplica tanto a empleados como a pensionistas, y en ciertos casos puede incrementarse si se trata de personas con discapacidad o con movilidad geográfica.
Importancia de aplicar correctamente los gastos rendimiento trabajo deducibles
Conocer y aplicar correctamente estas deducciones puede suponer una rebaja significativa en el impuesto final a pagar.
Aunque muchas de ellas aparecen precargadas en los datos fiscales que facilita la Agencia Tributaria, otras deben ser introducidas por el propio contribuyente.
Es fundamental revisar cuidadosamente cada apartado del borrador de la Renta 2025 y no dar por hecho que todo está bien reflejado.
Además, Hacienda podría solicitar justificantes si se realiza una revisión. Por eso es imprescindible conservar recibos, facturas, justificantes de cuotas o certificados de colegiación durante al menos cuatro años, que es el periodo legal durante el cual la Administración puede revisar la declaración.
¿Qué no se puede deducir?
Muchos trabajadores creen erróneamente que pueden deducirse gastos como el transporte al trabajo, la comida diaria, la compra de ropa profesional, el uso del teléfono móvil o incluso parte de los suministros del hogar si trabajan en remoto.
Sin embargo, estos gastos no están permitidos como deducibles para trabajadores por cuenta ajena, salvo que se trate de autónomos o estén sujetos a un régimen específico.
El coche de empresa, por ejemplo, no es deducible por parte del trabajador, aunque sí tributa como retribución en especie si se utiliza fuera del ámbito laboral.
Lo mismo ocurre con la cesión de vivienda o los cheques restaurante: forman parte del rendimiento del trabajo en especie, y tributan como tal si superan los límites establecidos.
Conclusión Gastos rendimiento trabajo deducibles: descubre cómo rebajar tu IRPF en la Renta 2025
Los gastos rendimiento trabajo deducibles son una herramienta clave para que los trabajadores puedan ajustar su base imponible y pagar solo por los rendimientos netos efectivamente obtenidos.
Aunque las posibilidades de deducción son limitadas y están estrictamente definidas por ley, conocerlas y aplicarlas correctamente puede suponer un ahorro relevante en la declaración de la Renta 2025.
Revisar con atención el borrador y aportar los datos que no estén incluidos de forma automática es responsabilidad del contribuyente, que debe estar bien informado para no cometer errores ni dejar escapar beneficios fiscales legítimos.
